Algunos que me conocen sabrán que de pequeño estudié en un colegio japonés, y si de algo me acuerdo son de las extensas clases de papiroflexia, origami, etc., que en varias ocasiones viví con mis compañeros. Me molestaba a sobremanera que las esquinas y lineas del origami no quedaran completamente simétricas, lo cual producía un producto final desastroso.
La compañía Mabona Origami, nos enseña la perfección de este arte, creando complicadas formas que se convierten tanto en obras de arte, como en instalaciones y decoración. Me gustan sus figuras, pero me gustan más los patrones que se crean en las hojas: mapas geométricos que deben ser seguidos a la perfección si se busca lograr la pieza. Los colores y estructuras crean bellas piezas que aún sin ser armadas son dignas de colgarse en un muro.
2 Comments
wow… se ve muy sencillo pero no creo que sea asi
umm yo no lo veo naaada sencillo :s pero está espectacular!