Como memorias que se desvanecen o si una cascada repentinamente se posara ante nosotros, los óleos de Andy Denzler permanecen a pesar de que parece que el tiempo se escurre entre ellos. Sus evocativas imágenes, a menudo obscuras, nos sitúan en lugares y tiempos difíciles de definir, esperando a que les asignemos un significado o de menos un lugar en nuestra memoria.