Ahora que lo pienso, esta semana tuvo ciertos eventos de carga negativa, específicamente con gente de caras torcidas y deformes que descargan su triste vida a la primera oportunidad porque se te ocurrió estacionarte en lo que parecía ser una entrada sin uso; vecinos ávidos por peleear bajo pretexto de un tonto lugar de estacionamiento, borrachos que te chocan y todavía te hacen la señita del “ojo, mucho ojo” como si hubiera sido tu culpa. Para finalizar, sesión extenuante con gente de ventas estafadoras… Suspiro. No es bueno quejarse, pero de estas cosas yo con gusto escaparía y, si pudiera, inventaría algún artefacto que me ayudara. Sin embargo, para los eventos azarosos y metafísicos de la vida no hay tal cosa como sí las hay para escapar de las cárceles de aquí o de Alemania.
Marc Steinmetz hizo en 1999 una serie de fotografías al respecto. Fluchtstücke o Herramientas de escape es el grupo de tales fotografías sobre herramientas confiscadas a reclusos, que se las ingeniaron para hacerlas con recursos límitados, a mano, entre las sombras. Tiempo sobra, creatividad y paciencia inundan a los internos. Es mera cuestión de ponerse a trabajar en ello. Y, como dice Steinmetz en su presentación, estas herramientas son íconos del amor que el hombre otorga a la libertad… y a liberarse.
Resulta curioso cómo este trabajo parece ser precedente directo del contenido de Erupciones Mexicanas, publicado en Vice México. Contenido muy similar, versión mexicana.
2 Comments
fenómeno el trabajo de fotografía, todos los objetos se ven bellísimos… le darían envidia a más de un escultor contemporáneo! además están llenos de vida, historia y melancolía… amé esta entrada
siii, la verdad tiene un cursi aire de nostalgia… por sus tatuajes, por sus comidas calientes… que bien que te gustó!